07 enero 2016
Artículo actualizado en junio de 2024
Las fachadas ventiladas con piedra natural representan una solución arquitectónica moderna y eficiente que combina estética, funcionalidad y sostenibilidad. Este tipo de sistemas consisten en una estructura exterior que se fija a la edificación mediante anclajes, creando una cámara de aire entre la pared y el revestimiento de piedra natural. Esta cámara permite la circulación de aire, lo que mejora la eficiencia térmica del edificio al actuar como una barrera de protección contra las inclemencias del tiempo, reduciendo la transmisión de calor en verano y la pérdida de calor en invierno. Además, este sistema ayuda a prevenir problemas de humedad y condensación, contribuyendo a la durabilidad de la estructura.
El uso de piedra natural en las fachadas ventiladas no solo proporciona un aspecto elegante y atemporal, sino que también ofrece beneficios prácticos en términos de resistencia y mantenimiento. La piedra natural es un material duradero y robusto, capaz de soportar condiciones climáticas extremas sin perder su apariencia ni integridad estructural. Además, su diversidad en texturas, colores y acabados permite una amplia gama de posibilidades de diseño, adaptándose a diferentes estilos arquitectónicos. Repasamos, a continuación, los ocho puntos clave para elegir una fachada ventilada de piedra natural.
1. ELEVADA RESISTENCIA
La excelente resistencia a la flexión de la piedra natural la convierte en un producto de construcción de la máxima calidad. Sus propiedades físicas son esenciales a la hora de elegir el mejor revestimiento de fachada ya que resiste las condiciones climatológicas más adversas. Además, al realizar una fachada ventilada con piedra natural estamos asegurándonos la instalación de uno de los pocos materiales de construcción que se coloca tal y como sale de la naturaleza sin cambios químicos ni de su composición.
2. NO INFLAMABLE
La piedra natural está clasificada como de clase A1 de reacción al fuego, lo que la convierte en un producto «no combustible». De esta manera, en caso de incendio, la piedra no libera sustancias nocivas ni alimenta el fuego.
3. VARIEDAD DE TEXTURAS, TONOS Y FORMATOS
Los acabados superficiales de la piedra natural son otra de las grandes ventajas a la hora de elegir un producto como revestimiento de fachada. Podemos elegir el resultado estético que prefiramos para nuestra vivienda en función de si lo queremos pulido, apomazado, flameado o envejecido, entre otros acabados. La gran variedad de tonalidades es otra de sus ventajas ya que podemos elegir la piedra que mejor se adapte a nuestros gustos. Además, la piedra también está disponible en formatos de grandes dimensiones.
4. FÁCIL MANTENIMIENTO
Si consideramos los costes totales de un producto de construcción a lo largo de 30 años, la piedra natural no es más cara que otros materiales. Los costes de inversión se compensan con los reducidos costes de mantenimiento y de su larga vida útil.
5. ECOLOGÍA
Un análisis de ciclo de vida, que permite analizar el impacto medioambiental de un producto a nivel global, confirma que la piedra natural es la opción más ecológica para las fachadas ventiladas. Se consigue gracias a la utilización de un producto sostenible como la piedra en lugar de productos prefabricados.
6. SOSTENIBILIDAD
El proceso de transformación de la piedra requiere consumos energéticos reducidos en comparación con otros materiales como la cerámica o el hormigón. El ciclo de vida de la piedra se completa con la ventaja de poseer una gran capacidad de reutilización o reciclaje.
7. CONTEMPORANEIDAD
En la actualidad, la piedra natural se está convirtiendo en un material de construcción destacado en las viviendas contemporáneas. Gracias a las técnicas actuales, se abre un gran número de posibilidades para el diseño arquitectónico.
8. EFICIENCIA ENERGÉTICA
Se considera que en los edificios se consume hasta el 50% de toda la energía disponible para el usuario. En este sentido, la piedra natural requiere de consumos energéticos más reducidos frente a otros materiales, gracias a su origen natural, sin apenas transformación de la materia prima extraída de las canteras.
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