La piedra caliza, disponible en texturas naturales o envejecidas, aporta a cualquier proyecto los colores de la naturaleza como el dorado, el gris, el marrón, el negro o el blanco. Esta piedra natural se suele utilizar como revestimiento para fachadas y suelos gracias a sus características naturales de versatilidad, durabilidad y sostenibilidad.
UNA PIEDRA FORMADA EN MARES CÁLIDOS Y TROPICALES
La piedra caliza es una roca sedimentaria de forma rectangular y colores claros. De aspecto poroso, en su textura pueden apreciarse fragmentos de fósiles o diferentes rangos de color. Lo más curioso de esta piedra natural es que se forma en mares cálidos y poco profundos de las regiones tropicales como el ‘Banco de las Bahamas’.
Pocos conocen que las espectaculares estalactitas creadas por las corrientes submarinas en cuevas y túneles están hechas de piedra caliza. De hecho, su formación se produce de dos maneras: una química, cuando el carbonato de calcio se disuelve en aguas cargadas de CO2; y una biológica, con la acumulación de esqueletos de criaturas marinas
PERFECTA PARA REVESTIMIENTOS EXTERIORES
Destacan sus mil y una utilidades: desde ingrediente para la producción de cemento como en construcción. Cuando se cristaliza bajo unas condiciones de calor y presión, esta roca se convierte en mármol. A veces, la caliza forma peñascos o islas como la Gargante de Verdon en Francia o el Ha Long Bay National Park en Vietnam.
La caliza es una opción perfecta para el revestimiento de una pared de piedra debido a su alta resistencia. Sin duda, consigue un acabado decorativo armónico y de una extraordinaria belleza. Es una de las piedras naturales más utilizadas para revestir paredes exteriores de piedra gracias a su impermeabilidad y eficiencia.
EL GUGGENHEIM DE BILBAO, ICONO EN PIEDRA CALIZA
Además de formar parte de las pirámides de Egipto y Giza, la piedra caliza da nombre a Ontario (Canadá) como Limestone City debido a la gran cantidad de edificios construidos utilizando esta piedra natural.
Entre las obras arquitectónicas más destacadas realizadas con piedra caliza está el Museo Guggenheim de Bilbao. El arquitecto Frank Gehry envolvió su obra maestra con piedra caliza, que armoniza a la perfección con otros materiales utilizados en la piel exterior del edificio como el titanio y el vidrio. El resultado es un diseño arquitectónico contemporáneo y de gran impacto visual, hoy convertido en auténtico icono de la ciudad.
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