La creciente conciencia ecológica y la búsqueda de soluciones que permitan un mayor ahorro en energía y, por tanto, económico, nos dirigen cada vez más a optar por Sistemas de Aislamiento Térmico Exterior, más conocidos como soluciones SATE.
No son pocas las consultas que recibimos por parte de particulares y arquitectos que desean saber si los distintos modelos de Stonepanel® permiten su instalación sobre este tipo de sistemas. En efecto, los paneles de piedra natural Stonepanel® pueden ser instalados sobre SATE, convirtiéndose en la parte “visible” de este revestimiento aislante.
Pero para que quede más claro, vamos a explicar primero en qué consiste este procedimiento y cómo contribuye a la mejora de la eficiencia energética en nuestros edificios.
¿Qué es el SATE?
El SATE consiste en adherir un material aislante a los muros exteriores, normalmente mediante adhesivo y fijación mecánica. Sobre esta capa aislante se instala el revestimiento que será la parte visible desde el exterior del edificio, y que puede ser de distintos materiales, como la piedra natural de los diferentes modelos de Stonepanel®.
Como fase previa a la aplicación del SATE es necesario tener en cuenta distintos elementos, como las características propias del edificio y los materiales a utilizar en cada caso.
También hay que indicar que es un método adecuado tanto para edificios de nueva construcción como para la rehabilitación. Algo muy importante en un país como el nuestro en el que existe un elevado número de viviendas construidas antes de la entrada en vigor de las primeras normativas térmicas.
Más de la mitad del consumo energético de los edificios corresponde al uso de la calefacción, una cifra elevada que nos lleva a buscar soluciones para optimizar la eficiencia. Actualmente, uno de los métodos más utilizados en rehabilitación consiste, precisamente, en la instalación de este tipo de soluciones exteriores.
Ayudas para la mejora de la eficiencia energética en nuestros edificios
En 2020, desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico se ha puesto en marcha el Programa de ayudas para la Rehabilitación de Edificios (PREE), con el objetivo de mejorar la eficiencia energética y reducir las emisiones de CO2, en el marco de la Directiva Europea de Eficiencia Energética en Edificios.
Estas ayudas se conceden para la puesta en marcha de actuaciones de rehabilitación en edificios existentes, que van desde mejoras en la envolvente térmica (como es el caso de las soluciones SATE), a la sustitución de instalaciones de generación térmica con combustibles renovables. Se podrán presentar solicitudes para estas ayudas hasta el 31 de julio de 2021.
Según datos de este Ministerio, el parque de edificios español consume en la actualidad el 30% de la energía final, y tan solo el 0,3% de los edificios existentes han realizado intervenciones en rehabilitación energética. Como parte positiva, añade que el conjunto de las edificaciones de nuestro país cuenta con un importante potencial de ahorro y de incorporación de medidas que contribuyan a mejorar su eficiencia energética.
PREE da continuidad a los programas, PAREER-CRECE y PAREER II, llevados a cabo entre octubre de 2013 y diciembre de 2018 y que contaron con un presupuesto conjunto de 404 millones de euros, permitiendo rehabilitar energéticamente unas 80.000 viviendas de nuestro país.
Ventajas del SATE
Los sistemas SATE funcionan aislando las fachadas tanto del frío en invierno como del calor en verano, permitiendo de esa forma reducir la demanda de calefacción y de aire acondicionado. Otro de los beneficios que tiene es que proporciona estas mejoras sin que el espacio interior de las construcciones merme, ya que, como su propio nombre indica, se colocan en el exterior.
El aislamiento SATE evita la aparición de puentes térmicos en el edificio, por lo que la inercia térmica del edificio mejora, y en consecuencia también mejora la habitabilidad y el confort térmico interior.
En definitiva, el SATE mejora la envolvente térmica de los edificios, consiguiendo reducir su consumo energético, lo que a su vez implica una menor emisión de dióxido de carbono al medioambiente y, del mismo modo, una reducción de la factura energética.