Las islas de cocina son extensiones de las encimeras que se han vuelto cada vez más populares. Poco a poco, se han convertido en el complemento más práctico, versátil y funcional de una cocina, gracias a las múltiples posibilidades que ofrecen: comer, desayunar, trabajar o hacer los deberes. ¡Es más! No hace falta disponer de muchos metros para tener una isla de cocina que se adapte a tus necesidades. Analizamos qué tipos de islas de cocinas existen y cuáles son sus usos más habituales. ¡Toma nota!
1. BARRA DE DESAYUNO… O DE CENA
Si no tienes espacio para una mesa en tu cocina, una isla de cocina será la barra de desayuno perfecta. En este caso, se recomienda instalarla con una altura de más de 1 metro para que sea cómoda y accesible de pie. Gracias a unos taburetes, este tipo de isla, generalmente de menor tamaño que una isla independiente, te permitirá desayunar, cenar o tomar algo de una forma rápida y sin complicaciones de espacio.
2. SUPERFICIE EXTRA DE TRABAJO
Las viviendas actuales son cada día más pequeñas así que hay que aprovechar todo el espacio disponible. Una isla de cocina te puede servir para ampliar la superficie de trabajo a la hora de preparar tus platos favoritos o incluso de trabajar directamente en la cocina con tu ordenador. En este caso, evita llenar la superficie de objetos decorativos y sitúa una buena iluminación para cocinar o trabajar con comodidad.
3. ZONA DE COCINADO O FREGADERO
En muchas ocasiones se aprovecha el espacio de una isla de cocina para situar la zona de cocinado. En este caso, no debes olvidarte de colocar la extractora en la zona superior para que el espacio no se llene de humo al cocinar.
Otra opción es destinar la isla de cocina a la zona de fregadero, y destinar el resto de la cocina a preparar tus alimentos. Una buena recomendación es situar en la zona inferior el lavavajillas para agilizar la limpieza.
4. MÁS ESPACIO DE ALMACENAMIENTO
Una isla de cocina permite ganar espacio de almacenamiento. En la parte inferior, se pueden añadir cajones, botelleros o estanterías abiertas. También puede ser el lugar perfecto para guardar especias o sartenes.
5. SEPARAR DISTINTAS ZONAS
En una cocina abierta, la isla de cocina puede servir de transición entre la propia cocina y el salón, por ejemplo. En este caso, el diseño de la isla debe integrarse en la decoración de ambos espacios. Será una forma de unificar visualmente distintas zonas y crear una armonía estética.
En general, las islas de cocina son zonas muy exigentes que necesitan contar con los materiales más resistentes. Por eso, te recomendamos utilizar piedra natural para crear la isla de cocina que necesitas. Contarás con un producto de la mayor calidad, que resiste el uso diario en una cocina y que se puede limpiar con facilidad.
Y tú, ¿ya tienes en mente cómo será tu isla de cocina? ¡Cuéntanoslo!
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