Las nuevas tendencias en arquitectura contemporánea proponen crear viviendas sanas, ecológicas y respetuosas con el medio ambiente. Te explicamos por qué necesitas una casa sostenible y cómo puede ayudarte a mejorar el confort de tu hogar.
La primera construcción humana la crearon los neandertales hace 175.000 millones de años. Se trata de unos enigmáticos círculos de piedra que aún se conservan en una cueva del sur de Francia. Según un estudio publicado recientemente en la revista Nature, son 2,2 toneladas de piedra que tenían un sentido simbólico, de acuerdo con los investigadores.
Es, sin duda, una arquitectura que se ha conservado intacta a lo largo de los años y que conserva un punto en común con la actual arquitectura: la necesidad de vincular nuestra vivienda con el entorno natural donde se encuentra, reduciendo el impacto medioambiental. O, dicho de otra forma, la nueva visión de la edificación: la arquitectura sostenible.
CRITERIOS BÁSICOS DE UNA CASA SOSTENIBLE
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Diseño bioclimático: la vivienda contemporánea tiene como objetivo autorregular los cambios de temperatura, manteniendo el confort térmico y ambiental, sin gastos energéticos adicionales. De hecho, el ahorro energético es uno de los principios indispensables para una vivienda sana. En conclusión, las estructuras compactas tienen menos pérdidas de calor y ayudan a ahorrar tanto en consumo de calefacción como de aire acondicionado
- Utilización de materiales de construcción naturales y ecológicos, evitando materiales tóxicos que generen contaminación. El uso de productos como la piedra natural o la madera son preferibles a otros como el hormigón o materiales sintéticos tanto a la hora de construir el esqueleto de las viviendas como a la hora de su aislamiento, ya que generan menos CO2 que otros materiales constructivos artificiales como la cerámica.
- Mejora del confort térmico de las viviendas. el Código Técnico de la Edificación (CTE) del 17 de marzo de 2006 exige crear edificios con más seguridad, con condiciones acústicas y térmicas saludables, que mejoren la calidad de vida de sus habitantes. Sin duda, la piedra ayuda a conseguir viviendas más saludables gracias a cualidades naturales como la inercia térmica. Es decir, la piedra natural tiene la capacidad de retener el calor e ir liberándolo progresivamente. Esta característica contribuye a mantener temperaturas más o menos constantes en espacios interiores, es decir, con fluctuaciones reducidas, con lo que ayuda a lograr el confort térmico de los ambientes interiores sin el uso de equipos térmicos.
- Ahorro energético y de mantenimiento: una casa sostenible es el ejemplo perfecto de cómo aunar ahorro energético y en el mantenimiento de la vivienda a lo largo de toda su vida. Todo material de construcción necesita operaciones de mantenimiento. Este mantenimiento consiste básicamente en limpieza, reparaciones menores y reposición de elementos que por el uso continuo y las condiciones climáticas presenten deterioro. La piedra natural, en general, por su larga vida útil y dureza, necesita poco mantenimiento y reparaciones además de pocas reposiciones.
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