La arquitectura sostenible tiene en cuenta aspectos medioambientales, económicos y sociales para conseguir edificaciones más eficientes y menos contaminantes. Un reciente estudio impulsado por la Asociación Alemana de la Piedra Natural y realizado por el Instituto de Materiales de Construcción de la Universidad de Stuttgart, ha constatado que los revestimientos de suelos de piedra natural tienen menos impacto ecológico y económico que otros materiales. ¡Sigue leyendo para descubrir todos los datos!
Hoy en día, el sector de la construcción es el responsable del 35% de las emisiones de CO2 emitido a la atmósfera. Por eso es importante elegir los productos con menor impacto ambiental desde su fabricación hasta su utilización en proyectos de arquitectura y construcción.
Un reciente informe elaborado por el Instituto de Materiales de Construcción de la Universidad de Stuttgart a petición de la Asociación Alemana de la Piedra Natural (Deutsche Naturwerkstein-Verband e.V.) determinó el comportamiento ecológico y económico de distintos revestimientos de suelos como cerámicas, alfombras, PVC, laminados, parquet o piedra natural. El estudio reúne datos obtenidos durante 50 años estudiando superficies tanto públicas como privadas. Estas son sus principales conclusiones que sitúan a la piedra natural como el material de suelo menos contaminante y más rentable:
1.UN CICLO DE VIDA MUY BUENO
Los revestimientos de suelos de piedra natural estudiados han conseguido muy buenos resultados en cuanto a su ciclo de vida. En primer lugar, por la baja demanda de energía para su producción. Según la Asociación Federal de Materiales de Construcción (no metales) de Alemania, el coste de consumo de energía para el procesamiento de piedra natural representa un 3,3% del valor de la producción.
La comparativa de los suelos de piedra frente a cerámicas de gran formato, alfombras, PVC, laminados o parquet indica que la piedra natural genera menor impacto ambiental durante todo su ciclo de vida: producción, instalación y uso. Según el estudio alemán, el impacto del ciclo de vida de una baldosa de piedra natural es un 84% más bajo que el de una cerámica de gran formato.
2. EMISIONES DE CO2 MÁS REDUCIDAS
La producción y utilización de revestimientos de suelo de piedra natural muestran menores emisiones de gases de efecto invernadero (CO2). El análisis realizado por los investigadores de la Universidad de Stuttgart da como resultado que las emisiones de CO2 de una baldosa de piedra natural son un 27% más bajas que el terrazo. Y llegan a ser hasta un 74% menos que una cerámica de gran formato.
3. MENOS CONTAMINACIÓN EN SU TRANSPORTE
Otro aspecto importante estudiado ha sido la contaminación generada por el transporte de diferentes tipos de revestimientos para suelos. El informe compara la piedra natural de canteras locales con la de otros países de la UE y del Lejano Oriente. El dato analizado se llama equivalente de CO2 e indica cuánto gas de efecto invernadero se libera en la fabricación y el uso de un material de construcción.
En este caso, para una baldosa de piedra natural sólo se generan 0,16 kg de CO2 cuando se utiliza un material local. La cifra aumenta a 3,2 kg de CO2 en el caso de su transporte dentro de Europa y a 7,9 kg de CO2 para una piedra procedente de China. Por lo tanto, la utilización de piedra natural local favorece la reducción de la contaminación en su transporte.
En resumen, el estudio muestra conclusiones positivas para la piedra natural. Ha demostrado tener un mejor ciclo de vida en su producción, menos emisiones de CO2 en su utilización y menor impacto ambiental en el transporte.
Para más información, consulta el estudio en la web de la Asociación Alemana de Piedra Natural.
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